A veces quiero salir corriendo aunque no sepa muy bien a dónde.
A veces me gustaría poder huir de mi para dejar atrás el miedo. El miedo te roba la calma, te roba momentos, te roba la vida, te roba la paz.
Te roba tu luz, te roba tus sueños, te roba tu libertad y sin embargo aún no existe ninguna cárcel en el que poderlo encerrar. ¿te imaginas, un lugar dónde poder guardar con llave tus miedos y no dejarles salir más?
El miedo es un gran puñetero.
A veces me invento trucos para engañarle para que crea que no le temo, a veces me disfrazo de personajes para que no me vea y piense que soy yo, para esconderme. A veces no paro de hacer cosas o de inventar quehaceres para entretenerle y mantenerle ocupado en otra cosa que no sea yo.
A veces le reto en un carrera y intento poner flechas para que vaya por otra dirección, para que me pierda de vista, para perderle de vista yo.
A veces le llevo de tiendas a los grandes centros comerciales para que se sacie de cosas y que su objetivo no sea más yo.
A veces estoy tan cansada de hacer, de pensar, de correr que sólo quiero tirarme en el sofá y encontrar simplemente, un poco de paz.
Y justo cuando ya no puedo más, cuando renuncio a controlar, cuando me entrego a lo que tenga que ser, el miedo se disipa y veo que ya no está, quizás nunca estuvo, quizás nunca existió, quizás corrí, pensé, imaginé un monstruo un fantasma que jamás, fue real.
Y se que es dificil comprender Pero es que soy asi A veces rompo a llorar y a veces rompo a reir Me cuesta tanto olvidar y a la vez es tan facil Y a veces duro metal y a veces copita fragil Y a veces casi feliz y a veces casi que no Y a veces quiero salir corriendo Pitando, gritando, por dentro Corriendo, pitando, ?gritando!